top of page

Orlando Mazeyra: “Intento develar culpas colectivas”

  • Foto del escritor: Sol Pozzi-Escot
    Sol Pozzi-Escot
  • 10 jun
  • 4 Min. de lectura

El autor arequipeño y profesor en la Universidad La Salle obtuvo el primer lugar en el concurso convocado por la Feria Internacional del Libro de Ayacucho, I Premio Internacional de Novela FILAY 2025, que recibió un total de 66 novelas provenientes de distintos países.

ree

¿Cómo nació la idea de escribir este libro?

En Año Nuevo rescaté unos papeles perdidos con viejos relatos juveniles que daban cuenta de ciertos ritos de paso que dejaron una profunda huella en mi memoria. Aproveché las vacaciones para volver, a través de la fabulación, a aquellos remotos veranos mollendinos y camanejos en donde dejé de ser niño y me convertí en un hombre. Inicialmente, pensé en escribir un cuento, pero este fue creciendo y se desbordó con las poderosas imágenes y las atroces leyendas que me contaron desde mi más tierna infancia.


"El mar que nos espera" ha sido descrita como una novela que dialoga con la pesadilla y el acecho de la muerte. ¿La literatura permite entender la condición humana?


Exacto. La alucinación, las pesadillas y la presencia recurrente de la muerte: un niño mutilado que al parecer fue encontrado en Las Cuevas, Camaná. La literatura nos brinda alcances o aproximaciones… Nos permite conocernos y conocer a los demás, pero nunca tiene respuestas terminantes o verdades catedralicias sobre la condición humana: siempre hay un punto ciego, un vacío. De no ser así, no escribiríamos más ficciones.


La novela trabaja con un pasado traumático y una realidad fragmentada. ¿Cree que la literatura nacional necesita seguir explorando sus heridas? ¿Qué lugar ocupa el dolor en su escritura?


El libro trata de mostrar lo que no queremos ver o que acaso nos da miedo explorar. Hace muchos años, César Hildebrandt me dijo que como peruanos debemos echarnos en el diván y hacer terapia, ¿algún día nos atreveremos? No lo sé. Por otra parte, Oswaldo Reynoso me aseguró que el leitmotiv de su obra era la culpa. Yo tengo o arrastro algo de eso: más que dolor, asoma la culpa. Fui su amigo: carezco de su talento, pero creo que él asoma, furtivamente, en todo lo que escribo. 


Especialistas que han comentado su novela coinciden en que esta novela tiene una carga poética y terapéutica. ¿El arte también funciona a nivel psicológico, tanto para un autor como para un lector?

Sí, yo muchas veces escribo para sanar o cicatrizar heridas del alma, además de intentar exorcizar demonios. La escritura siempre ha sido para mí una forma, acaso la más eficaz, de vengarme de la realidad. Así que te podría decir que El mar que nos espera es un ajuste de cuentas, como ocurre con mis libros anteriores. Sé que caigo en lugares comunes pero, partiendo de mi experiencia personal, cuento una historia que nos involucra a todos.

El jurado que le otorgó el premio destacó el manejo de la voz, la perspectiva y el género en su obra. ¿Cómo fue el proceso de construcción narrativa? 


Tardó muchos años. Los borradores iniciales, como dije, datan de mi juventud. Los dejé descansar durante décadas y he vuelto a ellos para rescatarlos del olvido. Creo que necesitaba la madurez necesaria para construir esta novela.



¿Qué representa para usted que “El mar que nos espera” haya sido reconocida en un espacio como la FIL Ayacucho, en un contexto donde aún persisten brechas culturales entre las distintas regiones del país?


Permítame, por favor, agradecer a los jurados del Primer Premio Internacional de Novela de la FIL Ayacucho por elegir mi trabajo. La vida es como un juego de azar y creo que los premios también. Esta modesta gratificación, más que económica, tiene un carácter espiritual inmarcesible. Los escritores del interior del Perú tenemos que sacrificarnos en demasía para difundir nuestros libros. Por suerte, ahora contamos con un nuevo evento literario independiente en Ayacucho y eso me alegra muchísimo. Sé que cada año habrá mejores obras que la mía, no me cabe la menor duda.


¿Cómo dialoga "El mar que nos espera" con su obra anterior? ¿Qué campos de exploración artística y literaria la abre para el futuro?


He tomado, me parece, mucha distancia de mi obra previa porque esta obra no es realista a secas, sino que tiene mucho de fantasía y horror. Ojalá sea un paso adelante, ese es mi deseo y espero que se haya cumplido.


¿Qué espera que quede en el lector después de terminar "El mar que nos espera"?


Una mirada de mi mundo: acá no sólo hay una novela. Además hay una ficción acerca de cómo se escribe una ficción, es decir, cómo se edifica la casa de una novela. Ojalá los lectores se queden satisfechos y deseen aproximarse más al resto de mi obra narrativa.

 

En un contexto nacional marcado por tensiones sociales, desigualdad y desconexión, ¿cuál cree que es el rol de la literatura? ¿Qué papel debería jugar en un país como el nuestro?


Yo intento develar una culpa colectiva. ¿Cómo estamos hoy en día? En mi ciudad matan, violan, extorsionan y la gente no sabe si llegará con vida al final del día. Un amigo inauguró una librería hace pocos meses y ya le están pidiendo cupos. Pero la policía no hace nada. Los ciudadanos tampoco. Hemos caído en una pasividad clamorosa que yo lamento y rechazo. El libro de alguna manera trata de mostrar lo que no queremos ver o que acaso nos da miedo explorar. Debemos salir del marasmo y buscarle solución a los problemas que azotan al Perú.


¿Qué lo motiva a seguir creando? 

Reconocimientos como este y también ciertas sincronías. Estoy preparando un libro y una de sus historias medulares ocurre en Ayacucho. ¿Cuándo estaré allá?, me preguntaba hasta hace poco. Una de las mayores recompensas de esta condecoración se verá reflejada, sin duda alguna, en mi próximo libro. Además, me motiva a seguir creando el deseo de intentar hacerlo cada vez mejor. Porque el mejor libro es el que estamos por escribir. Y si uno fracasa, pues que fracase mejor.


Comentarios


bottom of page