IA junto a las personas

La IA está de moda para todas las carreras. Pero lo cierto es que más allá de la moda, no se puede aceptar que el populismo, por ganar puntos en las encuestas, haga creer a los ciudadanos que su uso es posible en todos los sectores del Estado, si éstos no se encuentran preparados con personal capacitado dispuesto a innovar e infraestructura adecuada.

El Organismo Andino de Salud organizó un evento denominado “Desafíos de la inteligencia artificial para América Latina”, en el cual expositores internacionales marcaron las pautas de lo posible y lo imposible.

Bogi Eliasen, Director Ejecutivo de la Fundación Movimiento Salud, enfatizó que no es viable colocar alta tecnología en países en vías de desarrollo sin el involucramiento de la sociedad civil en el proceso. Por ejemplo, para los países nórdicos, el reto es llevar los servicios de salud al hogar e involucrar a la familia en el proceso. Un indicador interesante en su disertación fue su evaluación sobre los sistemas de salud latinoamericanos. “¿La meta es tener un mejor sistema de salud o la población más sana? Si un político me dice que la meta es la población más sana y vemos que sus decisiones de política no se corresponden con esta respuesta, entonces habrá problemas”, sostuvo. Los datos que explicó el experto, demostrarían que ningún país del mundo prioriza la atención en salud dado que como máximo destinarían el 10% de su presupuesto anual. Para este experto, salvo Singapur, podría estar marcando una diferencia en su respuesta a la atención de los pacientes con un enfoque diferente. Para el especialista, se trata de entrar a la quinta revolución industrial no otorgando poder a la tecnología sino al ciudadano que requiere acceder en tiempo real a los datos sobre su salud. Datos que le ayudarían a tomar mejores decisiones.

Esta reflexión convoca a pensar sobre la puesta en marcha de la mejora de la calidad en los servicios del primer nivel de atención en salud en el país.

En Brasil, en los servicios de primer nivel de atención se está utilizando la IA en el triaje. El enfoque no es el uso de la IA para reemplazar al hombre sino el uso de la tecnología como un medio para solucionar problemas de salud expresados en la mejora de un servicio o para apoyarse y ganar velocidad en el resultado de un examen. La IA puede ser una aliada valiosa para que el médico pueda tomar mejores decisiones respecto a la adopción del tratamiento de un paciente.

Entonces, frente a la pregunta: ¿cómo mejoramos los servicios de salud para el ciudadano más vulnerable usando la IA? Tenemos que la Diris Lima Sur ha implementado IA en equipos de rayos X que refuerzan la detección precoz de la tuberculosis en el primer nivel de atención, siendo una estrategia que se está aplicando en los distritos más pobres de su jurisdicción. Esta estrategia permite abordar casos de TBC a tiempo, evitando desenlaces fatales. Utilizan el denominado “Laboratorio de Microbacterias de Lima Sur”, el cual procesa más de mil muestras mensuales, incluidas pruebas moleculares rápidas como GeneXpert, consiguiendo diagnósticos oportunos y precisos. Gracias a esta estrategia, el tratamiento que reciben los pacientes es completamente oral y su duración se ha reducido de 18 a 6 meses. Esta innovación mejora la calidad de vida de los pacientes con TBC, ubicando al Perú como pionero en la región en la lucha contra la TB resistente, según la información difundida por el Ministerio de Salud (MINSA), en un taller organizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el cual se compartió esta buena práctica con delegaciones de técnicas de Argentina, Colombia, Ecuador, México y República Dominicana.

En nuestro país, de acuerdo a la Resolución Ministerial N° 132-2024-PCM, se dispone la publicación del reglamento que promueve el uso de la inteligencia artificial -todavía en proceso-, siendo la Presidencia del Consejo de Ministros a través de la Secretaria de Gobierno y Transformación Digital, la autoridad técnico-normativa a nivel nacional encargada de dirigir, evaluar y supervisar el uso y la promoción del desarrollo de la inteligencia artificial y las tecnologías emergentes.  La aprobación del reglamento es clave para impulsar los pilotos relacionados al uso de chatbots que ayuden a liberar la congestión en los servicios de salud y dirijan a los pacientes hacia los servicios que requieren con mayor rapidez o el uso de servicios digitales apoyados en la IA para pacientes con enfermedades crónicas, según el Director Ejecutivo de la Oficina de Innovación y Desarrollo Tecnológico del MINSA.

La lección aprendida de estas ponencias es que la IA no debe ser usada sólo para mejorar procesos en la atención médica, sino para apoyar las decisiones médicas para que sean adoptadas usando datos con mayor rapidez. Ciertamente tampoco se pueden trasladar a la IA la generación del vínculo humano entre paciente y médico; sino más bien, debería acercar la información al paciente para que pueda acceder a su historia clínica, a los resultados de sus exámenes, al acceso sin barreras al servicio de salud, entre otras medidas. Pero, sobre todo, el uso de la IA debe estar acompañada de un proceso de empoderamiento ciudadano relacionado con el conocimiento respecto a su autocuidado y su bienestar para tener, en el futuro, mejor calidad de vida. Es decir, sin educación en salud no hay empoderamiento ciudadano y cualquier estrategia incluida la IA, será sólo accesible para quienes tengan oportunidades para educarse en salud consiguiendo usar los conocimientos aprendidos. Sin comunicación para el desarrollo en salud no hay IA que se pueda replicar y sostener.

Es hora de repensar en el sector salud sobre la generación de oportunidades que respondan a las necesidades de un abordaje multidimensional para conseguir servicios de salud que respondan a las necesidades de las comunidades más vulnerables que incluya la participación de la sociedad civil, la empresa y la cooperación internacional. Las oportunidades para accionar deben estar en manos de los ciudadanos que se comprometa con los cambios posibles y con las maravillas de lo imposible.