Un nuevo mensaje a la nación brindó el presidente Castillo ante el Congreso y también a todos los peruanos, en el marco del aniversario de nuestro nacimiento como República, un mensaje de 86 páginas, lleno de demagogia, con datos que no son tan reales, “logros” que realmente están muy alejados de la realidad.
Las grandes sorpresas que se esperaban y que venían anunciando días atrás brillaron por su ausencia, cuando se esperaba una exposición de metas para combatir la corrupción, la pobreza, la crisis económica, la seguridad ciudadana y alimentaria, entre otros temas, encontramos un discurso vago de un país que no es el Perú.
Las grandes reformas no se darán en el gobierno de Castillo, por lo que este mensaje cae en un discurso populista, soso y falto de una visión real de país, sobre lo que realmente necesitamos actualmente los peruanos.
No faltó en este discurso anuncios populistas, de victimización y de cifras fuera de contexto, como en la minería, con tantos conflictos sociales, como las inversiones que según el presidente se darán en un país con una inestabilidad política y una crisis de instituciones sin precedentes y esto es motivo de más preocupación para todos los peruanos.
Nuestro sistema de salud, que según el presidente, su administración ha ejecutado su presupuesto mejor que otros años, señalando que se avanzó en temas tan importantes como la vacunación del COVID-19 cuando realmente ha decaído la curva de vacunación, construcción de hospitales cuando lo que se necesita es reconstruir los grandes hospitales que están cayéndose a pedazos, no se habló de reforzamiento del primer nivel de salud, de la falta de medicinas y la estabilidad laboral de trabajadores en salud, cuando actualmente hay protestas por que no se ha cumplido con los pliegos ofrecidos.
Siendo el presidente un profesor que debería tener como prioridad este sector y empoderarlo, no tuvo anuncios de una real reforma educativa, más allá de los escándalos que se dieron en el mes de noviembre por el robo de los exámenes, se dieron anuncios demagogos, necesitamos mejorar las condiciones de la educación en nuestro país, sin embargo, para el presidente no es importante.
Este mensaje presidencial estuvo rodeado de información que buscó distanciar los temas realmente importantes para los peruanos, como la ineficacia de su gobierno, dando la precepción que el presidente Castillo viviera en su propio castillo, alejado de las verdaderas necesidades de la ciudadanía, por lo que seguimos con un gobernante ensimismado en sí mismo y más cerca de cuestionamientos de corrupción e ineficiencia, que de ser un estadista que represente nuestra nación.
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