Las sorprendentes revelaciones y el giro en el caso del asesinato de Pedro Huilca Tecse podrían poner en peligro la millonaria indemnización. Descubre los detalles impactantes detrás de este escandaloso caso.

El asesinato del líder sindical Pedro Huilca Tecse el 18 de diciembre de 1992 fue un crimen que conmocionó al país. Durante años, las investigaciones sobre este asesinato no concluyeron a nivel nacional. Sin embargo, el 23 de octubre de 2003, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (CIDH) llegó a la conclusión de que el Estado peruano era responsable del crimen en perjuicio de Huilca Tecse, un sindicalista de la central CGTP con orientación comunista.
En un primer momento, había un amplio consenso de que los asesinos eran miembros de la banda Sendero Luminoso, liderada por Abimael Guzmán Reinoso. La policía antiterrorista había detenido a un grupo sospechoso de llevar a cabo el asesinato, uno de los cuales fue reconocido por la esposa de Huilca Tecse, Martha Flores Gutiérrez.

Sin embargo, lo que cambió radicalmente la perspectiva en torno a la autoría del crimen fue la intervención del General del Ejército en retiro, Rodolfo Robles, quien se hizo famoso por denunciar al grupo paramilitar Colina, con el apoyo de la ONG IDL. Robles informó a la viuda de Huilca Tecse sobre testimonios que indicaban que los verdaderos autores del asesinato eran miembros del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIN).
La participación de Robles en este caso fue un punto de inflexión, ya que exhibió una carta fechada el 22 de abril de 1994 en la cual Mesmer Carles Talledo, un exagente del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) condenado a cadena perpetua por traición a la patria, afirmaba que el homicidio de Pedro Huilca Tecse fue ejecutado por el grupo paramilitar Colina. Además, Carles Talledo alegó que el motivo político detrás del asesinato estaba relacionado con las actividades sindicales de Huilca Tecse en la organización de paros nacionales contra el régimen fujimorista en el poder.
Carles Talledo tenía vínculos previos con Sendero Luminoso, y su papel en la infiltración terrorista en la Dirección de Inteligencia del Ejército era notorio. Esto llamó la atención, ya que un mes antes del asesinato, la Dirección Contra el Terrorismo (Dincote) había capturado a la líder de Sendero Luminoso, Martha Huatay, quien tenía documentos que evidenciaban la infiltración terrorista a través de un agente llamado "El Centinela", que resultó ser Carles Talledo.
La presión mediática en torno a la responsabilidad de los terroristas se redujo, y Carles Talledo fue amnistiado para evitar la prisión perpetua, arrastrando consigo a Clemente Alayo.
Sin embargo, algunos de los implicados en el asesinato negaron su participación y lo afirmaron incluso ante la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). Uno de ellos, Julio Chuqui Aguirre, señaló que fue obligado a dar declaraciones falsas y que no tenía conocimiento de la participación del Grupo Colina en el asesinato de Pedro Huilca Tecse. A pesar de esto, apareció como testigo a favor de la familia Huilca en la demanda presentada ante la CIDH.
Las revelaciones y los cambios en la versión de los hechos crearon una compleja trama en torno al asesinato de Huilca Tecse. Por un lado, hubo una versión que señalaba a Sendero Luminoso como responsable, respaldada por la policía antiterrorista y la Dincote. Por otro lado, surgieron testimonios que implicaban al Grupo Colina y al Servicio de Inteligencia del Ejército, respaldados por Carles Talledo y el General Robles.
Este giro en la investigación llevó a que el gobierno peruano se allanara a la demanda presentada ante la CIDH en 2004, aceptando su responsabilidad en el crimen y comprometiéndose a pagar una reparación civil de 250,000 dólares a la familia de Huilca Tecse, entre otras obligaciones.
A medida que la Cuarta Sala Penal Nacional de Delitos de Crimen Organizado empieza a esclarecer los hechos, surge la pregunta de si la familia, en particular la excongresista Indira Huilca, devolverá el dinero recibido como parte del acuerdo. Este caso sigue siendo un punto de debate en Perú, ya que la verdad detrás del asesinato de Pedro Huilca Tecse sigue siendo esquiva y polémica.
Con información de Diario Expreso
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