Por Eduardo Jesus Chocano Ravina
Texto publicado en la Revista Literaria Ergo #10 con fecha de 06/2024
Antes de comenzar con el presente texto, se debe dar los créditos a quien se merece. El 10 de agosto de 2023 Rafael Omar Ballena Descalzo realizó la conferencia “Escribir para sanar” en la Biblioteca Ricardo Palma en el distrito de Miraflores, Perú. En dicha conferencia, además de presentar brevemente su obra “70 veces 7”, compartió un concepto que captó mi atención: la escritura como medio para sanar.
Es así que partiendo de dichas ideas, me propuse, así sea ya casi un año después, compartir algunas ideas respecto a lo presentado por Rafael junto con diversas ideas que pude formular como recopilar en relación de la escritura como medio para sanar.
En tal sentido, partiremos señalando brevemente qué se comprende por escribir literariamente y cómo podemos aprovechar la escritura para sanar.
¿Qué entendemos por escribir literariamente?
Claro está que escribimos todos los días tanto en papel como también mediante un teclado. Escribimos diariamente a tal punto que, como suele suceder con todo lo que se vuelve cotidiano, se pierde el sentido de entender qué significa o implica dicho acto. Por ejemplo, nadie indaga el porqué respiramos debido a que lo realizamos todos los días. Nadie busca entender qué implica pensar, aunque lo hagamos cada instante que vivimos. Sin embargo, no pensamos que implican los actos mencionados por culpa de lo constante que resultan.
Lo mismo pasa con la escritura, escribimos mensajes por WhatsApp, Messenger, Instagram, LinkedIn, correo electrónico, SMS y en papel o material similar. Sin embargo, ¿qué diferencia tiene cada tipo de texto que se escribe?
Lo que vuelve único cada texto es lo que se busca comunicar. Para un abogado especializado en contratos, sus correos tienden a ser directos, indicando los contenidos más importantes del contrato y adjuntando dicho documento. Cuando se tiene que pedir ampliación en la entrega de un examen, hay una emoción en la redacción de la solicitud que busca conmover al docente. Es así que cada escrito se diferencia del otro dependiendo la finalidad de lo que busca comunicar.
Entonces, podemos inferir que la literatura es un tipo de escritura que busca transmitir algo distinto a un correo corporativo, un texto académico o alguna solicitud a una entidad. Un texto literario “se caracteriza porque es considerado como una forma de expresión artística y que demanda mucha creatividad por parte del autor. En el texto literario, el lenguaje cumple una función estética que permite cautivar al lector”. Queda claro que la diferencia del texto literario con los demás es que este apunta a una expresión artística que busca cautivar al lector.
Por lo tanto, si el escritor literario busca cautivar al lector, es necesario que sus textos transmitan de tal manera sus emociones que sean capaces de comprenderse mediante la lectura. Por ello es necesario que el escritor literario tenga la capacidad de transmitir sus emociones mediante su texto.
La escritura como medio para sanar
Partiendo de la idea de que es necesario que el escritor literario transmita sus emociones para lograr conmover, emocionar y cautivar al lector. Dicha tarea no es sencilla debido a que uno necesita entender lo que siente para lograr que otro lo comprenda. De allí que existen tantos medios que usan los escritores para lograr la inspiración.
Algunos se dirigen a bares, antros o centros de diversión nocturna con el fin de obtener vivencias que luego plasmarán en sus letras. Otros deciden inmiscuirse en otros escritores con el fin de tomarlos como base para transmitir su sentir. Inclusive, algunos mediante epifanías logran crear literatura. No obstante, más que interesarnos el medio de cómo es que llegan a plasmar sus ideas, todos escriben con el fin de liberarse de aquello que los perturba.
Más que por un fin de publicación, lo cual se comprueba con la gran cantidad de escritores anónimos o con seudónimos, escriben buscando liberarse de lo que los aqueja y que cuesta contarle a los demás. El desahogo es un acto que permite al hombre continuar con su existencia gracias a que puede liberarse de sus preocupaciones y desfogar sus inquietudes. Lo dicho se comprende mejor en lo señalado por Jorge Larrosa:
“Desde luego, escribimos, en primer lugar, para nosotros, para aclararnos, para tratar de elaborar el sentido o el sinsentido de lo que nos pasa. Pero hay que escribir, también, para compartir, para decirle algo a alguien, aunque no lo conozcamos, aunque quizá nunca nos lea”.
Sin embargo, encontrar alguien que sintamos que no juzgará la situación es complicado, más en la sociedad individualista en que vivimos. Por ello, la escritura resulta ese alguien a quien comunicamos nuestras ideas. Después de todo, quien escribe apunta a otra persona que leerá lo desarrollado. Por lo tanto, la escritura permite soltar aquellas emociones que nos aquejan con el fin de poder liberarse de ellas, logrando de dicho modo sanarnos.
Referencias Bibliográficas:
Larrosa, Jorge. Fin de partida. Leer, escribir, conversar (y tal vez pensar) en una facultad de educación. En Maarten Simons, Jan Masschelein & Jorge Larrosa (editores). Jacques Rancière. La educación pública y la domesticación de la democracia. Buenos Aires: Miño y Dávila, 2011.
Paez, Lorena. Descubre los tipos de textos y sus diferencias para ser todo un escritor profesional. Crehana. 2021. Recuperado de: https://www.crehana.com/blog/estilo-vida/tipos-de-textos/
Commentaires