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¡Reformas Económicas 2.0 en tiempos de I+D+i+E!

Foto del escritor: Víctor Flores RuízVíctor Flores Ruíz

Huanchaco, 6:30 pm, inmerso en un espectacular sunset, medito sobre las dificultades que tuvimos que pasar todos los peruanos en las décadas de los sesenta, setenta y en adelante hasta la llegada de los años noventa, en este país tan bello como contradictorio llamado primero Virú y luego Perú. Desde esos años de cambios y transformaciones fundamentales llevados a cabo por el Presidente Fujimori, se hicieron las reformas económicas de primera generación que trajeron como consecuencia dos olas, sí -DOS OLAS- de crecimiento económico, fortalecimiento del sol peruano, erradicación de la pobreza hasta un 20% y crecimiento de la clase media, favoreciendo el emprendimiento y la materialización de las ideas innovadoras de los micro, pequeños y medianos empresarios de este país.



Hoy, frente al reto de estar en el primer cuarto de siglo de la actual centuria, en un mundo cada vez más interconectado, el Perú se enfrenta al desafío transformador de integrar tecnologías inteligentes con reformas económicas que potencien su crecimiento sostenible. Las reformas económicas de primera generación implementadas en la década de los noventa con la Constitución de 1993, aprobada en un referéndum que tuvo una votación mayoritaria y en cuyo capítulo económico está inscrito graníticamente el devenir de nuestra economía para las futuras generaciones, sentaron las bases para un desarrollo muy potente y arrollador, que al principio nos costó mucho esfuerzo y sacrificio. Fue un camino difícil al inicio y, aún hoy, muy frágil y joven con treinta años, que siempre debemos cuidar y darle máxima atención para evitar desviaciones o retrocesos.

Hoy en día estamos en un contexto muy diferente y de mayor desarrollo. Donde la inteligencia artificial (IA), el big data y la economía digital están revolucionando el panorama global, es imperativo adoptar un enfoque más innovador para seguir teniendo estabilidad económica, una base sólida y un pilar fundamental de desarrollo para nuestros hijos, nietos, bisnietos y más generaciones. El sol peruano ha demostrado ser un actor principal, resistente y sólido en el escenario económico de América del Sur.

Con una inflación contenida de un dígito y un crecimiento sostenido durante tres décadas, el país ha logrado mantener un equilibrio envidiable frente a la volatilidad de otras economías de la región. Esta estabilidad es un terreno fértil y esencial para la inversión en tecnología e innovación, ya que crea un ambiente predecible para los inversores y emprendedores que buscan un país estable en economía, con indicadores de crecimiento y apoyo a la I+D+i+E: Investigación, Desarrollo, Innovación y Emprendimiento.

Las reformas de segunda generación, que aún están por implementarse, deberían estar enfocadas en la eficiencia y disminución del Estado, la modernización de la infraestructura, la promoción de la competitividad, la apertura de los mercados al exterior, el incremento del número de TLCs, la implementación de las Zonas de Tratamiento Especial, la creación de parques industriales y tecnológicos, y la flexibilización laboral como en los países de primer mundo. Todo esto dará como resultado un aumento en la confianza de los inversores tanto nacionales como extranjeros. Asimismo, la economía estable y el marco macroeconómico robusto han permitido que el Perú esté en una posición ideal para explorar la adopción de tecnologías avanzadas.

En este nuevo paradigma, la influencia de la IA y el big data, junto con el análisis de grandes volúmenes de datos, son herramientas cruciales que pueden catalizar el desarrollo económico. La IA permite la automatización de procesos, la optimización de recursos y la mejora en la toma de decisiones a nivel empresarial y gubernamental. En el contexto agrícola, por ejemplo, la implementación de drones equipados con IA para monitorear cultivos puede mejorar significativamente los rendimientos agrícolas y optimizar el uso de recursos hídricos, cruciales para un país con variabilidad climática.

Además, el uso de big data en la identificación de patrones de consumo y comportamiento del mercado puede informar políticas económicas más efectivas, permitiendo a los formuladores de políticas adaptar sus estrategias a las necesidades reales de la población y los requerimientos globales. Esto plantea una oportunidad para que las reformas de segunda generación se complementen mediante un enfoque en la era de transformación digital.

La convergencia entre tecnología y economía ofrece la posibilidad de abordar desafíos sociales y planificar las necesidades del planeta a largo plazo. El Perú, rico en biodiversidad y recursos naturales, necesita adoptar tecnologías eficientes y sostenibles para lograr mayor crecimiento. La implementación de proyectos de infraestructura como carreteras de calidad europea, trenes y líneas férreas, centrales hidroeléctricas y el uso de la energía nuclear para la generación de energía eléctrica, respaldados por inversiones tecnológicas, puede impulsar la creación de empleos de alta calidad y permitirnos crecer y escalar de la pobreza a la clase media, consolidando un crecimiento económico sostenible para todos.

En suma, esas son las características que deben tener las reformas de segunda generación para potenciar al Perú como un país estrella en el contexto de LATAM. Estas reformas deben proporcionar una base sólida en el camino iniciado en 1990 y con la Constitución del 93. Sin embargo, es imperativo que el país evolucione hacia un modelo de desarrollo que integre las nuevas tecnologías a su economía, así como reducir el tamaño del Estado elefantiásico actual.

Esto no solo ayudará a asegurar la estabilidad del sol peruano, sino que también abrirá nuevas oportunidades para el emprendimiento, el desarrollo, la lucha contra la pobreza y el cierre de brechas como la desnutrición, la anemia, la falta de servicios básicos de agua y desagüe, la lucha por conseguir igualdad de oportunidades y el crecimiento económico sostenible. Incorporar tecnología, innovación y emprendimiento en las políticas del Estado presenta un camino hacia un futuro prometedor. Debemos tomar posición a la vanguardia del desarrollo en América del Sur y convertirnos en un modelo para otras naciones que buscan equilibrar crecimiento y desarrollo económico en la era digital.

¡Apuntemos hacia ese objetivo: I+D+i+E!

Víctor Flores Ruíz es Congresista de la República del Perú

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