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Foto del escritorHarold Alva / Sol Pozzi-Escot

¿La nueva derecha del Perú?

04/02/2024 - ContraPoder (Diario Expreso)


Conversamos con Lucas Ghersi, Vanya Thais, Alessandra Krause y Alejandro Cavero



Lucas Ghersi es abogado, Vanya Thais comunicadora, Alessandra Krause es politóloga y Alejandro Cavero es abogado y Congresista de la República. Los cuatro son los representantes de una nueva fuerza que no está precisamente a la izquierda. Frente a la atomización ideológica, quisimos saber en qué están los jóvenes que participan de la acción política y, particularmente ellos, que fueron fundamentales en la caída de Pedro Castillo, el lobo disfrazado de sombrero que perpetró el golpe de estado más torpe de la tierra. Sus divergentes puntos de opinión afirman que, de reunirse una fuerza de derecha, el diálogo desde ahora es mucho más que urgente. Caso contrario, como bien señala Krause, las izquierdas pueden hacerse del 2026, y eso sería siniestro.


Hay un fenómeno en el Perú que, ante el fracaso de las izquierdas, adquiere mayor protagonismo: una derecha popular y una derecha conservadora, me atrevo a preguntarles, dentro de esas derechas ¿sus juventudes son libertarias, minarquistas o radicales? 


Lucas Ghersi: Efectivamente, después de un largo periodo de timidez e hibernación, parece haber un renacimiento de la derecha en el Perú. Esto tiene que ver con el riesgo que el gobierno de Pedro Castillo, y la izquierda radical en general, significó para la continuidad de la democracia. A diferencia de otras figuras en América Latina, Pedro Castillo no fue un lobo disfrazado de oveja, sino uno que se presentó transparentemente como lobo, planteando la censura de los medios de comunicación, la concentración del poder vía una Asamblea Constituyente chavista y la cooptación de las instituciones. La derecha que he visto, y con la que he trabajado, tiene calle. Ideológicamente hay una mezcla de todo y, al mismo tiempo, un ethos pragmático. Algunos son liberales, otros conservadores. La mayoría, sin embargo, no se plantea esta cuestión terminológica y lo que quieren es aprender y sobre todo movilizarse políticamente para evitar que la izquierda extrema debilita la institucionalidad del país.


Alessandra Krause: Los principios del Minarquismo y del Libertarianismo, son semejantes: buscan limitar el poder, reducir al máximo la intervención estatal en la economía y en la vida de los ciudadanos. Creo el debate recae en el ámbito social: la igualdad de derechos y oportunidades, independientemente del género o sexo. Veamos con optimismo y esperanza el saber que hay un buen grupo de jóvenes que entienden que los países salen adelante gracias a la economía abierta de mercado. 


Vanya Thais: Yo leo todas esas etiquetas y veo conceptos que son demasiado del mundo. Hay que ir más allá con algo que además funciona perfecto con la realidad peruana: la vuelta a la cristiandad y los valores sobre los que está cimentado el Perú. ¿Honestamente creen que a la gente le importa el minarquismo, libertarismo, izquierda, derecha, arriba o abajo? Quieren llegar a fin de mes y vivir dignamente, sin que afecten a sus familias y sus tradiciones. 


¿Qué debería suceder para que una nueva derecha tenga éxito en el Perú, teniendo claro que nuestro proceso histórico no es el de Argentina? 


Alejandro Cavero: Necesitamos buscar la unidad de la derecha. Milei tuvo éxito porque supo convocar a fuerzas del centro derecha como Mauricio Macri o Patricia Bullrich. La derecha necesita estar unida para vencer a la izquierda. Buscar la unidad no significa renunciar a nuestros principios, sino entender que podemos estar de acuerdo en el 80% de las cosas, y ver la forma de avanzar en esos temas. 


Vanya Thais: Yo dudo muchísimo que una “nueva derecha” tenga éxito en Perú, porque tanto izquierda como derecha se relacionan a un tiempo pasado. Los jóvenes saben perfectamente que nuestra realidad no es como la de Argentina y se necesita eficiencia, no etiquetas.



Lucas Ghersi:  A mi juicio, el gran desafío que enfrenta la derecha en el Perú es la fragmentación política e ideológica. Si se hace énfasis en las cosas que dividen y no en las que unen, que son las prioritarias, es posible que los grupos de derecha se canibalicen entre ellos. Evidentemente, existen discrepancias menores sobre diversos temas en esta parte del espectro político, y eso es natural. Pero, para tener éxito, debe existir un pragmatismo convocante. Uno debe estar dispuesto a trabajar con toda la derecha, en el sentido más amplio del término, como bien ha sabido hacer Javier Milei en Argentina. En el Perú el statu quo es corrupto y mercantilista. Si uno defiende la Institucionalidad democrática y la economía de mercado, uno es un revolucionario. Solo con un discurso antisistema, en el mejor sentido del término, es posible que la derecha triunfe.


Alessandra Krause: Yo viví el fracaso del socialismo en carne propia cuando estudiaba en Buenos Aires. Si el éxito significa llegar al poder para gobernar, necesitamos un líder político de derecha que cuente con un sólido equipo técnico que sepa manejarse en el poder y un grupo de candidatos al Congreso preparados en principios políticos que genere confianza en el electorado. Vemos ministros, congresistas, gobernadores regionales y alcaldes, quienes tal vez son buenos empresarios, pero muy malos ejerciendo la política. 

 

Hay quienes dicen que esa nueva derecha es en realidad una mutación del fujimorismo. Y lo sostienen dado los tuits celebrando la liberación del ex presidente. De allí la afirmación de que mostraron la camiseta ¿Cuánto de los postulados del fujimorismo tiene la nueva derecha?


Alessandra Krause: En todo el planeta, los partidos de derecha tienen postulados en común, al menos, en lo que se refiere al sector económico: la libertad de mercado es uno de ellos. En el Perú, son muy pocos los partidos de derecha que han subsistido a lo largo de los últimos 30 años. Fuerza Popular, guste o no, es uno de ellos, motivo de tanta visibilidad. Los partidos parecen ONGs, en vez de encargarse de crear escuela de formación política, su sentido de ser, que además les permite transcender en el tiempo. 


Alejandro Cavero: El fujimorismo es hoy solo una parte de la derecha. Han surgido nuevas fuerzas de derecha más conservadoras -como Renovación Popular- o más liberales -como Avanza País-. La derecha debe defender siempre las reformas económicas y la constitución de 1993, pero eso no significa que apoye siempre lo que haga el fujimorismo. Por eso la derecha tiene que buscar la unidad, desfujimorizarse y así encontrar una base más amplia sobre la que construir el futuro común.



Vanya Thais: Particularmente sigo sin entender cómo un partido que nació como izquierda y que cree en la social democracia, con gente muy globalista y adaptativa dentro, se puede llamar derecha.


Lucas Ghersi: El fujimorismo es un fenómeno complejo en el Perú que posee varias manifestaciones. Yo he tenido oportunidad de trabajar muchas veces con bases de Fuerza Popular. En mi experiencia, son personas apasionadas en la defensa de sus principios, extremadamente comprometidas y además muy leales y con mucha formación política. Para mí, resulta conmovedor cómo han acompañado al Presidente Fujimori en su larga lucha para recuperar su libertad. Para mí el fujimorismo es una fuerza de derecha, comprometida con el orden constitucional y la economía de mercado, por eso creo que es un error que algunos a veces quieran presentar a ese partido como de “centro” o incluso de “izquierda”. Es totalmente falso, sin embargo, que el fujimorismo englobe o subsuma a toda la derecha. Es solo una fracción entre muchas.

 

Cuál debe ser el lenguaje político en un momento tan crítico como este: la presidenta se sostiene con la institucionalización de la violencia, tal como lo planteaba Weber, y la oposición y el congreso continúan de espalda a sus demandas ¿Cómo comunicar?


Vanya Thais: Para realmente hacer un cambio se tiene que comunicar con la verdad y con valores. Los políticos tienen que recordar que son servidores de la gente y el empresariado tiene que recordar que solo como una patria soberana podremos lograr el crecimiento que necesitamos. 


Lucas Ghersi: Dina Boluarte nos presenta una situación ambigua. De un lado, su gobierno nos ofrece un grado mínimo de predictibilidad y estabilidad, lo que contrasta con el caos de los años anteriores, sobre todo con Pedro Castillo. De otro lado, es claro que Dina Boluarte proviene de la izquierda, al igual que sus colaboradores más cercanos. Es evidente que muchas de las personas que ingresaron al Estado en la época de Pedro Castillo continúan allí y colaboran, de manera más o menos discreta, con los objetivos que, en su momento, tuvo dicho gobierno. Por tanto, lo peor que puede ocurrirnos es pecar de ingenuidad. Si fuera políticamente viable, estoy seguro que Dina Boluarte no dudaría en resucitar las políticas más autoritarias y polarizantes de la época de Castillo. 


Alessandra Krause: El lenguaje político en momentos de violencia debiera ser de empatía, conciliación, transparencia y claridad, promoción de la paz y, sobre todo, de resolución de conflictos. El Poder Ejecutivo tiene los medios económicos y es responsable de dar solución a la criminalidad. Y evidentemente la relación legislativo-ejecutivo es de sostenimiento mutuo pero el Congreso no ejerce firme oposición al gobierno de turno; se percibe que Dina gobierna con la derecha y eso podría traer como consecuencia un voto favorable a la izquierda en las próximas elecciones.





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