El conflicto en Oriente Medio se intensifica con bombardeos y ataques de cohetes entre Israel y Palestina.
El sábado, Israel inició la operación "Espadas de hierro" mediante ataques aéreos contra instalaciones de Hamás en la Franja de Gaza como respuesta al ataque múltiple perpetrado por el grupo islamista palestino en territorio israelí, denominado "Tormenta de Al Aqsa", que incluyó lanzamientos de cohetes y la infiltración de milicianos palestinos en suelo israelí.
El Ejército israelí declaró oficialmente el estado de guerra después de este fuerte ataque coordinado desde Gaza, que involucró el lanzamiento de más de 5,000 cohetes según Hamás y la incursión de milicianos palestinos en territorio israelí. Asimismo, las brigadas de Al Qasam, el brazo armado de Hamás, afirmaron tener en su poder los cuerpos de soldados israelíes fallecidos en enfrentamientos en la frontera, así como al menos un soldado vivo.
Hasta ahora, se reportan por lo menos 40 muertos y 750 heridos fruto de los ataques en Israel. En Gaza, se reportan al menos dos palestinos fallecidos como resultado de los bombardeos israelíes.
El conflicto ha provocado la movilización de reservistas por parte del Ejército israelí y la implementación de medidas de seguridad especiales en un radio de 80 kilómetros desde la Franja de Gaza. El Gabinete de Seguridad israelí se reunió para analizar la situación en curso.
Rusia, por su parte, ha llamado a la contención de ambas partes y expresó su preocupación ante la escalada del conflicto entre Israel y Palestina. El viceministro de Exteriores ruso, Mijaíl Bogdánov, subrayó la necesidad de comprender las circunstancias y las consecuencias de este episodio de violencia en un conflicto de larga data que parece persistir en un ciclo destructivo.
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