En los últimos días, el periodista César Hildebrandt y la exfiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, han levantado acusaciones alarmantes sobre un supuesto golpe de Estado y el debilitamiento de la democracia en el Perú. Sin embargo, es importante analizar con cautela estas afirmaciones y desmontar el discurso de golpismo proveniente de la izquierda progresista limeña.
En su columna reciente, Hildebrandt afirmó que se está gestando un "golpe de Estado fabricado en covachas, perpetrado por miserables". Estas declaraciones carecen de fundamentos sólidos y solo generan una sensación de incertidumbre infundada. Es importante recordar que el Perú es un país con instituciones democráticas sólidas y un sistema de separación de poderes establecido.
Hildebrandt también critica la supuesta falta de "contrapesos democráticos", mencionando la ausencia de un Tribunal Constitucional independiente, una Defensoría del Pueblo imparcial y una Fiscalía de la Nación autónoma. Sin embargo, estas afirmaciones están lejos de la realidad. El Perú cuenta con instituciones que garantizan el equilibrio y la protección de los derechos ciudadanos.
La acusación de Hildebrandt hacia la presidenta de la República, Dina Boluarte, y el Congreso de estar unidos para dar un "golpe de Estado en cámara lenta" carece de sustento. Estas declaraciones solo buscan generar discordia y desconfianza en la ciudadanía hacia las autoridades democráticamente elegidas.
Por otro lado, Zoraida Ávalos ha expresado su preocupación por la sanción impuesta por el Congreso y ha afirmado que esto marca el fin de la democracia y la falta de justicia independiente en el país. Sin embargo, es importante destacar que las instituciones peruanas están trabajando para preservar la independencia y autonomía del Ministerio Público.
Es cierto que existen desafíos y situaciones que deben abordarse en el sistema judicial peruano, pero afirmar que la situación actual marca el fin de la democracia es exagerado y no refleja la realidad. La Junta Nacional de Justicia (JNJ) se encuentra en proceso de seleccionar a un nuevo fiscal supremo titular, y aunque existan demoras en el proceso, esto no implica un debilitamiento de la democracia en el Perú.
Es fundamental rechazar las afirmaciones infundadas y el discurso de golpismo proveniente de la izquierda progresista limeña. El Perú continúa siendo una democracia sólida, con instituciones que trabajan para garantizar la justicia y la independencia de los poderes. La promoción de un clima de diálogo y respeto fortalecerá nuestra democracia y permitirá superar los desafíos que enfrentamos como país.
Es importante que la ciudadanía se mantenga informada a través de fuentes confiables y evite dejarse llevar por discursos alarmistas que no se ajustan a la realidad. La democracia en el Perú sigue firme y los peruanos debemos trabajar juntos para fortalecerla y construir un futuro mejor para todos.
Disculpe, entre para ver sus argumentos contra lo que dice Hildebrandt y Ávalos, cero. un pasquin digital más.