Una raya más al tigre. El Gobierno de Pedro Castillo tiene más críticas que aplausos. Más improvisación comunicacional y política que discursos adecuados con mensajes claros que permitan tomar decisiones. Y es que nos referimos a las últimas turbulencias ocurridas que involucran a Pedro Castillo, a Walter Ayala (Ministro de Defensa), Bruno Pacheco (General de Palacio de Gobierno) y a altos mandos de las FF.AA.

Tomar decisiones para relevar a generales de las FF.AA. es potestad del mandatario de Estado, sin embargo, -como en todo orden de situaciones-, debería haber una explicación de los hechos. Algo que coadyuve a contextualizar las razones por las que se toman decisiones importantes para el país. Se presume que, las destituciones del ex comandante general EP (r) José Vizcarra y del ex general de la Fuerza Aérea, Jorge Chaparro, hayan sido por no haber aceptado a dos coroneles del Ejército con vínculos cercanos al ministro Ayala.
La verdad se podría saber en estos días, pues ya han sido citados ambos ex comandantes generales al Congreso de la República para que expliquen estas situaciones que ponen en tela de juicio la falta de honestidad y veracidad en el discurso que viene aplicando Castillo Terrones y compañía.
Preocupa, además, que se haga una afirmación en televisión abierta sobre que, los embates de la delincuencia en el Perú han superado la capacidad de la Policía, quien necesitaría apoyo de las FF.AA. ¿Es conveniente revelar una información de tal envergadura? Hoy en día, hasta los delincuentes presos tienen acceso a la internet, a las noticias y hasta consiguen periódicos del día. En resumidas cuentas, están más o menos actualizados que nosotros. Tal declaración por parte del ministro de defensa sorprende y preocupa, porque como reza la frase en el libro “El Arte de la Guerra” (por Tzun Tzun): El ataque es el secreto de la defensa, la defensa es la planificación de un ataque.
Para combatir a la corrupción, al narcotráfico y demás lacras que abundan en la sociedad, se debe golpear de manera estratégica y calculada. Por ello, la comunicación es un factor indispensable para que los ciudadanos podamos entender, comprender y, -lo más importante-, confiar, en que en estos más de 100 días de gobierno perulibrista existen políticas claras, ideas o soluciones a las diversas desigualdades y brechas que hay en el Perú.
El mensaje debe ser plural, preciso y entendible. Se debe evitar el doble discurso si se quiere que la población confíe en este gobierno que viene cometiendo muchos errores propios y no por presión mediática. Pues así algunos suelen justificarse. Los medios de comunicación están para acercar a la gente a la realidad de los hechos y estar en el lugar donde pocos se atreven pisar por miedo o conflictos te intereses.
Como representante del país, Castillo debe dar un mensaje a la Nación. Son varios hechos impropios que han cometido varios de sus ministros, personal de confianza y él mismo. La ciudadanía está para apoyarlo Sr. Presidente, eso corresponde hacer. Apartando las ideologías políticas que cada uno comulgue, si se sigue priorizando el Twitter, el Facebook o el WhatsApp como canal oficial para designar, destituir o aplicar alguna medida por el “bien” de la patria … continuará la inestabilidad política y seguirá haciéndose más susceptible su cargo como mandamás del Perú. El diálogo directo con la ciudadanía es lo que urge en estos momentos de incertidumbre, confirme Ud. Presidente Castillo que detrás suyo hay asesores, comunicadores y especialistas que lo están ayudando a mejorar este país que sigue esperando que haya medidas drásticas contra la delincuencia, medidas que fortalezcan la inversión privada, acciones en beneficio del medioambiente, mayor calidad educativa en los escolares, etc. De lo contrario, si no es por la vía de la comunicación, a través del discurso sólido, veraz y la mirada fija … ¿En qué idioma se comunica este gobierno?
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