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200 días de conflicto, reflexiones sobre el conflicto judeo-palestino (Parte II)

Foto del escritor: Diego Adrián Reinoso FloresDiego Adrián Reinoso Flores

La semana pasada se publicaba en este medio la primera parte de este artículo que busca analizar los elementos más importantes del conflicto israelí-palestino a 200 días de su trágico inicio. Reflexionábamos en el articulo anterior sobre el debilitamiento de las relaciones de Estados Unidos e Israel, además de la profunda crisis humanitaria a la que ha sido expuesta la población de Gaza. 



En esta segunda parte, nos centraremos en la condena internacional -anteriores pinceladas ya le hemos dado- sumada al posible camino de pacificación que podría consolidarse de ser positiva la próxima respuesta de Hamás, ya que el Secretario de Estado de Estados Unidos, sumados a representantes de Qatar y Egipto, han iniciado un proceso de negociaciones entre los beligerantes.

Antes de empezar, hay que resaltar que esta semana se conoció el temor de funcionarios israelíes ante posibles órdenes de captura de la Corte Penal Internacional, donde se incluiría al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. A ello, se suma la posición de la Corte Internacional de Justicia de rechazar el pedido de Nicaragua por impedir el envío de armas de Alemania a Israel. 


Protestas en universidades norteamericanas


Retomando el desarrollo, decíamos que las graves denuncias de violación de derechos humanos hacían retroceder a Estados Unidos, sin embargo, la llegada de Anthony Blinken asegura la firmeza de la relación estadounidense con Israel, pero buscan atender la necesidad de paz en la región. Se suman a este hecho las protestas universitarias en Norteamérica y las acciones promovidas por organismos internacionales que buscan un cese de agresiones que permita la atención de la población desplazada. Además de los comentarios del secretario general de la ONU, quien señaló que ambas partes han de llegar a un acuerdo de tregua, por el bien de la población gazatíe. Las acciones del sistema internacional de justicia llegaron desde dos frentes, la demanda de Sudáfrica que acusaba a Israel de genocidio y otra de Nicaragua que denunciaba a Alemania de favorecer a Israel con armas para la exterminación masiva. 


Blinken y Netanyahu


Es evidente que la comunidad internacional ha reaccionado llamando a un cese al fuego a Israel, pero también aprovechando la coyuntura para adquirir protagonismo sobre este proceso bélico. Lo cierto es que el proceso de pacificación partirá del consenso de los beligerantes, pero con intervención de la comunidad internacional, pese a ello, los intereses particulares de algunas naciones y las acciones desorientadas quedan en evidencia.

El proceso de paz en la Franja de Gaza está aún lejos de ser una realidad, si bien Hamás esta evaluando la oferta de un alto al fuego con el intercambio de rehenes, este solo duraría 40 días. Hoy se espera escuchar la respuesta de este grupo terrorista ante la oferta de Israel. Para hablar del proceso de paz, debemos proponer un alto al fuego, ya que este es el primer paso para iniciarlo, pero debemos ser conscientes de sus términos, más que del tiempo propuesto como cese, debemos comprender su naturaleza y su trascendencia. 

Un alto al fuego, debe traducirse en un cese total y generalizado de hostilidades, permitiendo el ingreso de unidades de soporte humanitario que atiendan a la población desplazada, eliminando amenazas y restricciones. Solo en estas condiciones, analizando posibles ampliaciones del periodo de cese y obteniendo resultados favorables en las negociaciones, se podrá consolidar la paz. Las negociaciones deben debatir el trágico movimiento de la población gazatíe en regiones de su jurisdicción y la preservación de su soberanía; salvaguardando la seguridad de Israel para evitar nuevos ataques terroristas. La consolidación de la paz demanda concesiones de seguridad, así como la preservación de la soberanía en los espacios de los beligerantes. 



No debe ser ajena la posibilidad de establecer un comité de vigilancia de la ONU en la franja de Gaza, el cual busque evitar nuevos ataques terroristas a Israel, así como posibles agravios contra la población gazatíe. Lamentablemente este escenario esta lejos de ocurrir, ya que Netanyahu negociaría con Hamás una tregua, pero su invasión a la región de Rafah sería próxima, según el jefe para la coordinación de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths. 

En suma, en estos 200 días el mundo apela al cese de los ataques sobre la franja de Gaza, ante un clarísimo resquebrajamiento de la paz y convivencia internacional; los principales actores internacionales juagarán un rol importante en las próximas semanas sobre la cuestión israelí-palestino. Queda esperar el cese al derramamiento de sangre y que se establezca un proceso de pacificación eficaz, teniendo en el horizonte la preservación duradera de la paz. 


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